viernes, 5 de agosto de 2011

¿Por qué hacemos Curupay?


Esta revista política, social y cultural nace con la necesidad de volverse una herramienta para todas las organizaciones que luchan por la emancipación de nuestra América. No tratamos de diluir ingenuamente las diferencias ideológicas, religiosas o filosóficas que existen en el seno del pueblo y entre quienes hacemos Curupay. Ellas nos merecen respeto, pero de ningún modo pueden ser una traba para la unidad. En cambio, deben servirnos como ingredientes de un mismo destino. Es por ello que estamos comprometidos e invitamos a comprometerse a todos los ciudadanos que se sientan identificados con las banderas que levantaremos: la defensa y democratización de la democracia; la lucha por la justicia social, considerando derechos inalienables la salud gratuita y de calidad, la vivienda digna, la educación popular y laica para todo el pueblo; la promoción y difusión del arte y la música, como expresiones genuinas y legítimas de nuestro pueblo; la unión latinoamericana contra el imperialismo como marco para la liberación.
Curupay, entonces, abre sus puertas a la participación, porque entendemos que ningún partido ni sector social podrá por sí sólo, superar los males estructurales de nuestro país y de América Latina.

Peronistas, Radicales, Anarquistas, Religiosos, Socialistas, Intelectuales, Comunistas, Independientes y Artistas: avancemos entre todos hacia la liberación.

Redacción Curupay

Tierra Sublevada


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Hoy como ayer, uno de los bienes más genuinos del que disponen los pueblos para su desarrollo son los recursos naturales de sus territorios, que forman parte del capital de toda la sociedad. Desde la conquista española, esas riquezas fueron sustraídas por sus ocupantes y, salvo raras excepciones, siguen en manos extranjeras. El llamado “boom minero argentino” que atrae a las multinacionales del sector, anunciando grandes beneficios para el país, es una operación que desinforma y encubre el silencioso saqueo de recursos metalíferos y energéticos no renovables, permitiendo sistemas extractivos depredadores y contaminantes, que están siendo denunciados y prohibidos en todo el mundo. La nueva fiebre minera se inició durante la década de Carlos Menem y se ha mantenido y profundizado con los sucesivos gobiernos, creándose incluso una suerte de tercer territorio soberano en la cordillera de los Andes mediante el odioso Tratado de Integración y Complementación Minera Argentino-Chileno de 1997.
Pueden sorprender estas afirmaciones, pero el tema de la explotación minera y la legislación que la ampara no han estado presentes en el debate político y menos aún en los medios de comunicación hegemónicos. Es raro encontrar a un ciudadano -periodista, profesor, magistrado o dirigente- que sepa que Argentina es el sexto potencial minero del planeta, o que guarda en sus sierras, mesetas y cordilleras, depósitos detectados de oro, cobre, plata, plomo, molibdeno, zinc, estaño, litio, potasio, níquel, cobalto, uranio y otros minerales, que se estiman en la suma aproximada de 170.000 millones de dólares. La Secretaría de Minería de la Nación (SMN) sostiene: “La oportunidad que presenta el potencial geológico de la Argentina radica en que el 75% de las áreas atractivas para la minería permanecen sin explotar. La totalidad de los prospectos, yacimientos y depósitos fueron ubicados y puestos a disposición de la actividad privada a comienzos de la década del 90, como resultado de varios años de trabajo prospectivo del Estado.”1
Lo escandaloso del caso argentino es que la legislación nacional vigente, evidencia una clara servidumbre colonial. Establece que la propiedad de las reservas mineras es de los estados provinciales pero les prohíbe explotarlas: están obligados a cederlas a las empresas privadas, transfiriéndoles las investigaciones geológicas y los descubrimientos realizados por la nación. Si a esto se suma la falta de control público sobre los minerales que exportan, las excepcionales desgraviones impositivas, las bajísimas regalías o los subsidios otorgados, no sería exagerado afirmar que el despojo colonial del cerro Potosí difiere poco en su esencia del que hoy practica la mentada megaminería en nuestro país. Contrariamente a lo que se hace creer, el oro, la plata, el cobre y sesenta metales más, se van al extranjero sin pagar nada; pero nos dejan mucha pobreza, corrupción, una grave contaminación ambiental y comunidades divididas por la asociación o resistencia a la corporación minera. Sin embargo, semejantes atropellos atraviesan el Congreso Nacional, la Justicia y los organismos del Estado, sin provocar una fuerte reacción en los medios hegemónicos de comunicación y en las fuerzas políticas.

2

Córdoba, afortunadamente, es una de las pocas provincias que se han opuesto a este ultraje, no obstante, ese triunfo está en peligro. En la primavera del año 2008 la legislatura aprobó sin votos en contra la ley 9526, mediante la cual se prohíbe en todo el territorio de la provincia la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y en todas sus etapas. Este tipo de minería es a la cual nos referíamos antes, siendo un tipo de minería que involucra la extracción de metales con procesos que implican tratamientos tóxicos, utilizando enormes volúmenes de agua y sustancias nocivas, como el cianuro y el ácido sulfúrico, entre otros. Sin embargo, existen métodos mineros tradicionales que implican un impacto ambiental considerablemente menor. Se trata de la minería no metalífera, cuyos fines se asocian a la obtención de rocas para la elaboración de productos secundarios, como la cal y el cemento, destinados a la industria de la construcción. Este tipo de minería no era afectado por la nueva ley. No obstante, los poderosos intereses de la Barrick Gold comenzaron a operar frente al histórico triunfo de las asambleas ambientalistas, los grupos vecinales y los partidos y movimientos políticos, intentando manchar la sanción de la ley con supuestas vinculaciones entre la prohibición de la megaminería contaminante y las mafiosas empresas desarrollistas inmobiliarias de Córdoba, argumentando que algunos complejos turísticos se verían afectados por la lluvia ácida generada en los yacimientos. En este sentido, el secretario de minería de la Provincia, Aldo Bolanumi, justificó la sanción de la ley explicando que la intención fue consolidar una política asentada en la minería no metalífera, actividad que se viene realizando desde hace mas de 500 años en las sierras de los Comechingones.
Lamentablemente, en el ultimo tiempo ha aparecido un nuevo punto de discordia en el centro de la escena. La cámara de empresarios mineros en Córdoba (CEMINCOR) y la asociación de profesionales de la comisión nacional de energía atómica (APCNEA), enviaron al Tribunal Superior de Justicia (TSJ), una petición de inconstitucionalidad de la ley 9526, basada en la imposibilidad de legislar por encima del Código de Minería y en el riesgo que la ley implica para las fuentes de trabajo que se generan en este rubro. Esta petición fue admitida por el TSJ. Ahora bien, en este punto aparece un dato clave: la participación de la Nación en el pedido, mediante APCNEA, deja entrever su intención de reanudar las actividades de este sector en la provincia mediterránea. El desarrollo del actual Plan Nuclear Argentino estaría directamente relacionado con los intereses del gobierno nacional en la actividad mega minera metalífera con uranio en Córdoba. Al respecto, Paco Bauen, miembro de la organización Córdoba Ciudad Despierta, sostiene que la intención de la APCNEA de declarar inconstitucional la ley 9526 responde a que el plan nuclear tiene como objetivo abrir una nueva central que necesitará del abastecimiento de uranio extraído de una mina instalada en las sierras de Córdoba. Desde el Instituto de Estudios de la Revista Pueblo Nuevo agregamos que la central nuclear Atucha I y Embalse de Río III utilizan en conjunto 123 toneladas de uranio anuales, mientras que únicamente la centra Atucha II necesitaría 108 toneladas. Entonces, sumadas las 3, daría un resultado de 220 toneladas de uranio, cantidad que sólo Córdoba podría dar al Gobierno. Además, es importante destacar que el remanente de uranio podría ser utilizado con fines comerciales por Barrick Gold.
La problemática en torno a la ley de ordenamiento territorial de bosques nativos de la provincia (ley 9814), volvió a llenar de dudas y cuestiones inconclusas al tema de la minería. En su artículo 37, esta ley establece que dado su carácter transitorio, está permitida la actividad minera en todas las categorías de conservación, previo estudio de impacto ambiental debidamente aprobado por la autoridad de aplicación, de conformidad a la normativa ambiental y minera de la provincia de Córdoba. Así, en principio, no se especifica a qué tipo de actividad minera se alude. Esto toma relevancia debido a que, en caso de darse un fallo positivo en la inconstitucionalidad de la ley 9526, la prohibición de la actividad minera metalífera quedaría sin efecto y el desmonte de los bosques podría hacerse tanto para la minería metalífera como para la no metalífera. Además, se coloca a la minería por sobre la consideración de la protección al bosque nativo debido a que se refiere a toda las categorías de conservación, fomentando la ambigüedad y la sospecha. La ley de bosques es una forma de abrir una ventana donde, por ahora, no se pudo abrir una puerta. Por último, es importante destacar que la discusión respecto a la energía nuclear merece párrafos aparte, porque es necesario abrir un debate en torno a ese tema. Pero una verdad con fuerza de axioma, es la que surge de las protestas del pueblo, protestas que ponen en evidencia las desastrosas consecuencias que tendrá para la provincia de Córdoba, la explotación mega minera a cielo abierto. Las únicas palabras que restan por decir, deben relacionarse con el triunfo de las organizaciones que a mediados del año pasado, generando un punto de unión entre el poder popular de las asambleas ciudadanas y el poder institucional de los diputados del interbloque Proyecto Sur, lograron promulgar la tan ansiada ley nacional de protección de glaciares, con la cual asestaron un duro golpe a las corporaciones como Barrick Gold y a sus socios políticos como Gioja.


Redacción Curupay

Propuestas Musicales: Soluna


En el año 1977, en Argentina, la banda Soluna editaría lo que fue su único disco y luego se disolverá cuando su líder, Gustavo Santaolalla, deje el país retirándose a los Estados Unidos. A pesar de ser la única producción del grupo, el disco Energía Natural los muestra totalmente consolidados, con un sonido propio muy versátil. Se destaca en él: la presencia como invitado de Charly García, orquestando desde su mellotrón en Ella despertaba y en Detrás de la valla, donde también se aprecia el altísimo trabajo realizado desde lo coral, elemento imperante en todo el disco y característico de esta banda que a través del canto pudo sublimar las cotidianidades expresadas en sus letras.
Esta producción incluye Detrás del vidrio roto, primer tema grabado de Alejandro Lerner, quien a sus 20 años participa como miembro estable, tocando pianos acústicos y eléctricos: órganos y sintetizadores. La banda se completa con más de ocho músicos que aportan creatividad desde diversos instrumentos.
Además de la autoría en casi todos los temas, el trabajo realizado por Santaolalla como productor de grabación es impecable, explota al máximo las posibilidades sonoras del grupo, dejando al oyente sin una idea clara acerca de la época en la que fue grabado y con la pregunta latente de por qué no lo había escuchado antes. Gustavo también se destaca como guitarrista, en los planos acústicos y eléctricos, con solos brillantes como el del primer tema: Espérame encendida, en donde se hace presente también otro elemento que agrega otro color a la amplia paleta sonora del disco: la percusión.
Para los que creían haber agotado la capacidad de sorpresa en cuanto a la música del rock nacional, esta es una invitación para disfrutar de una faceta muy poco explorada, con un altísimo nivel compositivo, interpretativo y sonoro, que ofrece al oyente atento la posibilidad de transportarse a una atmósfera que combina la calidez de un hogar con la profundidad de un sueño.


César Seppey

Inmolación de los pájaros


Tapa del diario Clarín:
“Aumenta el calentamiento global:
Inminente desastre ecológico”.



Contratapa:
“Bandada de gaviotas choca
contra avión de Lapa.
97 muertos”.


Fernando Manzini

Mis creencias


Según por ciertas teorías.
De algún antiguo profeta
Ayer existió un poeta
Que hoy vive en la mente mía
Y en ranchos y en pulperías
Donde se enciende un fogón
Se nutre mi inspiración
Por un don iluminado
Obedeciendo al dictado
De aquella reencarnación.

Si el espíritu del hombre
Se reencarna en otro ser
Logrando permanecer
Con distinta vida y nombre
Aunque exista quien se asombre
Por tener otras creencias
Yo por ciertas experiencias
En esta razón me fundo,
Nadie sabe en este mundo
El principio de su existencia.

Sin tener ilustración
Por las universidades,
Solo por las facultades,
Por natural intuición
Sin tener mas instrucción
Que a duras penas escribir
Me gustaría ver venir si es
Que existe en el planeta el ilustrado poeta
Que me quiera discutir.

Cuando el hombre en su creación
Vió en sí mismo su existencia,
Formó en él una creencia que le llamó religión.
Creando en esa educación
Una fuente de saber,
Ya que dios a mi entender,
Algo invisible con nombre,
Imaginación del hombre
Que lo convirtió en un ser.

Pues nadie podrá saber
Con toda su inteligencia
De ande viene su existencia
Y el principio de su ser.
Solo podemos creer de lo
Que en otros tiempos fuimos
De que en el mundo existimos
Y como en el mundo andamos,
De que manera nos vamos
Pero no de ande vinimos.

Hoy solo podemos leer
Lo que el hombre primitivo
Dejó impreso en sus archivos
Para enseñarnos a creer
Pero quien ha de poder
Con criterio discutir
O exactamente decir
Con todas sus profecías
Desde que tiempo existía
Para cuando aprendió a escribir.

Al lograr su evolución
El hombre empleó su ciencia
Y volcó su inteligencia
Para su propia destrucción.
Y llevado por su ambición
Siendo tan inteligente
Hoy destruye ferozmente
Sin detenerse un segundo
Lo que tiene sobre el mundo
Para vivir cómodamente.

No es con tanta inteligencia,
No descubre en su importancia
En sí mismo esa ignorancia
Que destruye su existencia
Y al avance de su ciencia
Se irá destruyendo más
Ya que no podrá jamás
Mientras no cambie de norma
Poder inventar la forma
De poder vivir en paz..

Si lograra meditar
Sobre tanta destrucción
Desterrando su ambición
Y su modo de pensar
Dedicándose a estudiar
Para combatir el horror
Comprendería con dolor
Ante tales experiencias
Que con menos inteligencia
Viviría mucho mejor.


Augusto Romero

Piedras Pintadas


Yo soy Naguán Eara, sacerdote de las cuevas de Inti Huasi, maestro del curupay. Mi ascendiente, Ambula, expulsó en la batalla de Totoral a los invasores del oeste; algunos de mis hermanos demostraron su jerarquía guerreando contra los clanes enemigos; mi padre, el cacique Macha, estaqueó los pies de tres sanavirones antes de morir en la pelea. Quince lunas han pasado desde que vinieron los hombres blancos del oriente. Mi esposa duerme con ellos. Mis hijos están en la tierra con el cráneo roto. Llevo cinco tardes oculto en las grutas de Ongamira. Los pumas, los hombres, los perros me acechan. Soy un cobarde.
Un gemido natural me despertó esta mañana: decenas de hombres con hachas golpeaban los curupayes de la quebrada. Las vainas de los árboles fueron incendiadas en piras terribles. Ellos veían al demonio arder; nosotros, una bruma devorándose todo. Volví corriendo hasta mi cueva y saqué las semillas de la bolsa para sembrarlas en la tierra de los comechingones. Hacía mucho tiempo que no lloraba: los doce clanes de mi pueblo están siendo rebajados por la barbarie; los morteros astronómicos ya no reflejan las constelaciones; el espíritu de mi árbol nos abandona. Si esta nueva raza fuera superior, hubiera sido yo el primero en entregarme.
Llegaron un día sobre huemules enormes, matando sin mostrar la cara, arrasando contra los dioses. Quisieron obligarnos a hablar la lengua de los quechuas. Quisieron obligarnos a vender la tierra como si fuesen nuestros los ríos y las montañas. Nosotros creímos poder atacarlos en grupo pero ellos empezaron a arrojar bolas de fuego. Uno de mis hijos, Citón, murió aplastado por una madera en llamas. Kanguay, mi esposa, fue una de las capturadas por el invasor. Esa noche, aislado de mis hermanos, tuve que refugiarme herido en esta cueva de piedras pintadas.

El calor de mi cuerpo aumentó con el paso de las tardes. Unas manchas rojas empezaron a invadir mi cara y mis manos; en los amaneceres suelo convulsionar de fiebre; dentro de mi garganta siento dolores agudos. Ayer, mientras buscaba hierbas para curarme, oí que alguien suspiraba detrás de un algarrobo. Era una niña invasora, acaso la hija del verdugo de Citón. Tendría unos nueve u ocho años de edad, la piel llena de pecas y el cabello marrón claro. Pensé violarla hasta destrozarle las vísceras, arrancarle uno por uno los dedos, devolverla en pedazos a sus malditos progenitores. La niña me admiró con terror, trató de huir pero le cerré el paso y la recogí para encerrarla en mi gruta. En la madrugada sería entregada a los dioses.
Volví hacia el atardecer, trayendo huevos de ñandú y un poco de labiada fresca. La ingesta de curupay me había recuperado levemente de la enfermedad. Cuando entré a la cueva, la nena se escondía detrás de unas rocas. Puse las cosas en el suelo y fui hacia ella. Corté un mechón de su pelo amarillo y lo empapé con la grasa del mortero. Ella tiritaba mientras yo recorría su boca con mis dedos; mientras yo la desnudaba y le abría las piernas; mientras yo veía su sexo tierno, lampiño. El rencor me alentaba a penetrarla, a sentir, a gozar de lo empapado de sus entrañas, pero algo me hizo comprender que era inocente y que su llanto denotaba la existencia de un pueblo tan sensible como el nuestro.

Por la mañana regresó el malestar a mi cuerpo. Otra vez las erupciones infectas y la fiebre. La nena, a la que empecé a llamar Sumac, estuvo dándome en la boca el brebaje preparado en las vasijas. Al fin me recuperé un poco y pude ver que sus manos también estaban repletas de manchas. El frío del otoño se apoderaba de mi escondite mientras la niña transpiraba y tosía. La subí a mis brazos, cruzamos juntos la hondonada de los chañares y llegamos a las cercanías de su aldea. El viento hacía flotar pétalos de lapacho púrpura en el aire. Cuando los hombres blancos nos vieron, dejé a la niña en el suelo y corrí para no ser atrapado.

Fueron pasando algunas jornadas pacíficas desde que devolví a Sumac, e incluso pensé que el fin de la violencia era posible. Pero anoche, en el faldeo del cerro negro, los invasores fueron sorprendidos por mis hermanos y llevados con lanzas venenosas hasta el despeñadero. Sin embargo, esto no sirvió para nada, porque inflamó el odio de los hombres blancos, que desde el alba vienen descuartizando a quienes se les oponen y repartiendo entre los prisioneros colchas infectadas con viruela. Los comechingones mueren por las sierras con los cuerpos ulcerados y la cabeza en delirios.

La madrugada del salto, el cacique Mila vino a mí para encontrar una cura a la peste, pero en mi rostro se repetían las manchas y las erupciones. Me dijo que si ya era imposible huir de la muerte y la esclavitud, los comechingones saltarían al vacío desde la cumbre alunada. Yo sabía que la viruela no iba a matarme, porque conozco el lugar donde me espera el asesino, pero a ellos no puedo salvarlos: la fiebre se los lleva como el arroyo crecido.
Esa noche se agitaban las piedras del cielo. Un gas helado y lleno de humedad unía a los hombres con las colinas. Los pájaros de carroña llevaban días intuyendo la carne. Desde la cumbre plateada de un cerro donde solía pasearme con mi hija, decenas de comechingones se preparaban para morir. Algunos me pidieron perdón; otros, solo me rogaron que los protegiese. Caminé durante algún tiempo para no escuchar el impacto de sus cuerpos estrellados. Conlara, un joven amigo de Citón, fue el segundo que vi correr hacia el precipicio.

Santiago Oliva

Futuro Energético


Desde épocas ancestrales el hombre ha utilizado su ingenio para hacer su vida más fácil y cómoda utilizando diferentes formas energías.
Hasta hace poco más de doscientos años las principales fuentes de energía eran la fuerza de los animales, la fuerza de los hombres y el calor obtenido al quemar la madera. Con la revolución industrial, el invento de la máquina a vapor cambió drásticamente las fuentes de energía que mueven a la sociedad actual. Ahora, el desarrollo de un país está ligado a un creciente consumo de energía de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.
Las energías primarias son aquellas provistas por la naturaleza en forma directa. En nuestro país, la matriz energética primaria está basada principalmente en recursos fósiles, en el 2008 esta fuente de energía ocupaba el 91,23% del total.
En cuanto a la matriz de energía eléctrica, en la última década ha ocurrido un progresivo aumento en la participación de la generación térmica. Las centrales térmicas utilizan para su funcionamiento gas, gas oil, fuel oil y carbón, es decir, ha aumentado el uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad, en detrimento de las fuentes hidroeléctricas.
A partir del 2002 el crecimiento económico estuvo acompañado de un gran crecimiento en la demanda de energías, ante la escasa planificación heredada de la década menemista, el gobierno nacional encaró varias medidas. Algunas positivas como la campaña nacional por el uso eficiente de la energía y el incentivo a las energías renovables, especialmente la eólica. Pero también, apremiado por la demanda, ha invertido grandes recursos en construir tres centrales térmicas, haciéndonos más dependientes de los combustibles fósiles, especialmente del gas, al mismo tiempo que las escasas reservas del mismo hacían necesario importar gas licuado.
Veamos un poco a futuro, la planificación en materia energética es fundamental, las previsiones se realizan con diez o veinte años de antelación, y modificar considerablemente la matriz es un proceso que puede llevar varias décadas.
De llevarse a cabo ciertas transformaciones que están incluídas en las cinco causas de Proyecto Sur, aumentará de forma considerable el consumo de energía. Esta consecuencia inevitablemente tendrá puntos ríspidos con las consignas de defensa del medio ambiente y preservación de los recursos naturales.
Por un lado, mejorar la calidad de vida de millones de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza traerá aparejado una mayor demanda energética de parte del sector residencial, ya que cuanto mayor es el nivel de vida, mayor es el consumo. Desde el punto de vista del consumo eléctrico, por ejemplo, no gasta lo mismo una familia clase baja, que apenas tienen unos foquitos y con suerte una heladera y un televisor, que una familia clase media que utiliza aire acondicionado, microondas, freezer, computadoras y muchos electrodomésticos más.
Por otro lado, para reconstruir las industrias de base como la ferroviaria, la aeronáutica y la naviera será necesario disponer de energía abundante y barata. Pensar en importar la energía sería atar el desarrollo industrial al mercado y a las decisiones de países exportadores de energía.
Es fundamental entonces aumentar la capacidad energética, hacer más eficiente el uso de la misma y diversificar la matriz para hacerla menos dependiente de los combustibles fósiles.
En este marco las energías alternativas surgen como una buena opción, por eso nos proponemos en esta y las próximas ediciones hacer una breve descripción de las mismas y analizar desde diferentes puntos de vista, la viabilidad de las mismas.
Biomasa
La Biomasa es una forma de energía renovable que surge a partir de los seres vivos o sus desechos. Se trata de la materia orgánica e inorgánica que se produce a partir de un proceso biológico y que puede ser aprovechada y convertida en combustible.
Son ejemplos de aplicaciones prácticas la producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar o el maíz, y la producción de biodiesel a partir de la soja.
El biodiesel sólo puede utilizarse mezclado en gasoil, actualmente, este porcentaje es del 7%. Argentina posee uno de los polos de procesamiento de soja más avanzados del mundo, estimándose para el 2011 una producción de 2,5 millones de toneladas de este combustible.
Desde el punto de vista estrictamente económico, elegir esta alternativa a los combustibles fósiles puede representar una gran oportunidad, ya que países de gran influencia como EEUU y Brasil están aumentando cada vez más su consumo. Seguramente aparecerán empresarios dispuestos a subirse al barco y sembrar más maíz y soja para exportar o incluso producir bioetanaol y biodiesel en el país para exportar.
En cambio, desde el punto de vista de las necesidades sociales y de la independencia económica del país, al precio del maíz se sumarán otras reflexiones. Se trata de un alimento directo para los pueblos pobres, e indirecto ha través de las diversas carnes, para todos los demás. Se verá entonces que el aumento brusco de precios seguramente agudiza las condiciones de pobreza u obliga a los gobiernos a subsidiar la producción de carne, restando recursos a otros destinos. Se agregará la mirada del balance energético, comprobando que la ganancia de energía al producir etanol a partir de maíz es magra, y si se transporta el etanol a grandes distancias, es seguramente negativa. Se entenderá que la tierra es un recurso finito y por lo tanto asignarla a un uso dominante, obviamente resta su disponibilidad para otros usos, perdiéndose la soberanía alimentaria.
Eólica
La Energía eólica es la energía obtenida del viento, se utiliza para producir energía eléctrica mediante dispositivos llamados aerogeneradores, que transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica.
Es un recurso abundante, renovable y limpio, al depender sólo del viento no está atado al mercado mundial ni a las políticas de turno. En el 2009, la capacidad mundial de los generadores eólicos generó aproximadamente el 2% del consumo eléctrico mundial, mientras que en argentina la capacidad instalada es ínfima, 30 MW aproximadamente.
Como desventaja presenta un costo de inversión inicial sensiblemente superior a otras fuentes energéticas convencionales. Imposibilidad de controlar la generación para adecuarla a la demanda. Impacto ambiental, que comparado con otras alternativas es ínfimo, pero no deja de alterar el ecosistema, generando ruidos y riesgos de accidentes para las aves.
Nuestro país presenta un importante recurso eólico en la región patagónica, además de los conocimientos científico-técnicos para desarrollar esta actividad. En el 2010 tuvo lugar la adjudicación del Programa de Generación Eléctrica a partir de Energías Renovables (GENREN) donde se adjudicaron proyectos para generar 754MW de energía eólica.

Fuentes
Panel sobre energía. Matriz energética Nacional: Evolución y perspectivas. Dr Ing. Pablo Frezi.
Página de la Secretaría de Energía de la República Argentina
Entrevista a Enrique Martínez director del INTI
Costos y beneficios del uso de la energía eólica. Dr. José I. Alameda Lozada
Dr. Edwin Irizarry Mora

Germán Colotto

Pide la palabra: Alcira Argumedo


Proyecto Sur pretende un proyecto nacional capaz de dar cuenta de los desafíos que plantea el cambio de época histórica. Hay un cambio significativo en el equilibrio de poder mundial. Vemos la caída o declinación acelerada de los dos polos de poder del Occidente central que durante cinco siglos dominó el mundo. Es la caída de Europa con sus sucesivos imperios y ahora de EE.UU., y surgen nuevos polos de poder de alcance continental, como China e India, una cierta recuperación de Rusia después de la desintegración del bloque soviético, un mundo árabe en fuerte conmoción que no se sabe hacia dónde va, y esto plantea la necesidad de promover un proceso de integración continental autónoma porque ninguno de nuestros países tiene viabilidad histórica en ese marco si pretende seguir actuando aisladamente.

Es importante ver que cuando los imperios decadentes tienden a perder sus periferias, utilizan en general fuerzas militares. Es lo que hizo España a comienzos del siglo XIX y es lo que hoy vemos en EE.UU. con todas sus bases militares en América Latina. Intentan una militarización del continente que les pueda permitir una nueva subordinación en caso de tener que retirarse del resto del mundo. A su vez las potencias emergentes intentan imponer su dominio a través de inversiones y comercio, como hizo Inglaterra en el siglo XIX. Es lo que sucede ahora con China, lo cual abre serios interrogantes acerca de qué relación tener con esa potencia emergente.

Este nuevo escenario mundial, ¿cómo impacta en Latinoamérica?

Plantea serios interrogantes. Hay una hipótesis de derrota de EE.UU. que los obliga a una retirada después de su derrota evidente en Irak y Afganistán, donde la muerte de Bin Laden no es casual. Podría darse un intento similar al que se dio cuando fueron derrotados en Vietnam, que significó un repliegue sobre América Latina y tuvimos esa ola sincrónica de golpes militares con terrorismo de Estado como forma de recomponer su hegemonía en el continente.

¿Y respecto de los procesos de emancipación?

América Latina tiene que darse un sistema de defensa continental. EE.UU. generó un esquema de bases militares altamente preocupante. Ninguno de nuestros países está en condiciones de responder a una eventual intervención norteamericana. América Latina es una de las grandes reservas de recursos naturales estratégicos: alimentos, agua, minerales, petróleo. Y si EE.UU. se retira o pierde su predominio en Medio Oriente, va a intentar darse una vuelta por acá…

Lo intentaron en Venezuela. ¿Pero no hay una nueva conciencia en los pueblos latinoamericanos con respecto a la defensa de los recursos?

Acá no hay una equivalente organización del sistema de defensa continental. A la vez supone una integración también en términos financieros. Lo del Banco del Sur es clave, ante la situación que plantea EE.UU., con el dólar todavía como moneda de intercambio, si bien cada vez más los dólares son papeles pintados porque no tienen el respaldo de una economía suficientemente consolidada.

El segundo gran aspecto a tener en cuenta es que se cerró el ciclo de la revolución industrial. El despliegue de la revolución científico-tecnológica y la presencia de las nuevas tecnologías plantean dos aspectos fundamentales. El primero es que América Latina necesita tener un desarrollo de ciencia y tecnología de avanzada desde una perspectiva autónoma. Si no, vamos a ser nuevamente productores de carretas y diligencias, y ellos van a producir el ferrocarril. O de arcos y flechas, y ellos van a producir ametralladoras.

El salto tecnológico va a estar al servicio de pocos y las grandes mayorías no van a poder gozar de los beneficios…

Exactamente. Si ninguno de nuestros países tiene los recursos materiales y humanos para ingresar en el desarrollo de las tecnologías de avanzada, si se suman los potenciales científico-técnicos universitarios de los distintos países de América Latina sí tenés una masa crítica de investigación y desarrollo muy clara. No tiene que ser elitista, por las nuevas formas del conocimiento. Pero obliga a impulsar en la Argentina un desarrollo industrial, una reindustria-lización con ciencia y tecnologías autónomas.

El segundo problema que imponen estas tecnologías es cómo ahorran tiempo de trabajo humano. Esto llevó a una reconversión salvaje, echando gente y no bajando la jornada laboral que también es una forma de disminuir el tiempo de trabajo humano. Y esto está generando una masa de población excluida. El ejemplo es la Ford Argentina: gracias a los robots y al instrumental informatizado, hoy con 2.500 trabajadores produce más que lo que producía en los ’70 con 12.000. ¿Qué se hace con esos 10.000 trabajadores desplazados? Eso obliga a repensar nuevas formas tendientes a disminuir la jornada laboral. No es delirante. Tampoco se puede hacer en un solo país, por la articulación del mercado mundial.

En los ’70, el producto A tenía 80 horas-hombre. Ahora necesita 40. O me quedo con 5 hombres trabajando 8 horas, como hizo la Ford, o me quedo con los 10 trabajando 4 horas. Como se incrementó la productividad y la ganancia, trabajan 4 horas pero duplican o triplican sus ingresos. En los famosos “30 años de oro”, del ’45 a la crisis del ’73, que fueron los de mayor crecimiento a nivel mundial, la jornada laboral bajó masivamente de 72 horas semanales a principios del siglo XX a 40 horas: una reducción del 45%.

No lo podés hacer en un solo país, pero tenés que buscar alternativas. Si no, vas a tener una desocupación estructural o encubierta, como pasa hoy con los trabajadores jóvenes. Según la ANSES, el 75% de nuestros trabajadores entre 18 y 29 años está desocupado, precarizado, tercerizado. Esto mismo está en la base de los procesos de Medio Oriente: es una conmoción de población sobrante que empezó a demandar una reversión de su marginación social, más allá de la lucha contra las dictaduras. Es muy similar a lo que sucedió acá en el 2001.

Vos hiciste un puente entre lo macro y el escenario mundial para llegar a un eje: la industrialización.

Por eso nosotros planteamos dos ejes. Uno es la reconstrucción de industrias de base, como los ferrocarriles, la aviación y la industria naviera para recomponer la flota mercante del Estado. Estas tres tienen un efecto multiplicador sobre otras industrias. Sería una de las líneas impulsadas desde el Estado y además es un eje de integración latinoamericana.

Pero hay un tercer factor de problemas: el desequilibrio brutal del ecosistema. La vida del planeta está en peligro. Y hay una irresponsabilidad total de las industrias depredadoras y contaminantes como la minería a cielo abierto. EE.UU. es uno de los grandes responsables de esto y está sufriendo las consecuencias. Hace 15 ó 20 días tuvieron 170 tornados en una noche y hoy tienen inundada la mitad del territorio en el sur.

Una de las caras del derrumbe del paradigma capitalista…

Exacto. Pensá que estás a dos años del derrumbe de Wall street, quebró la General Motors, etcétera. Y esto hace a la defensa de los recursos naturales: la Amazonia, el Acuífero Guaraní, los glaciares y grandes reservas de agua. Mientras tanto, tenés una suerte de invasión o entrega irracional de esos recursos a manos extranjeras, entre otros a China. Estamos frente a China de la misma manera que estuvieron los Rivadavia frente a Inglaterra. Es una subordinación muy peligrosa.

Esta nueva etapa, ¿no abre una nueva oportunidad para construir alternativas?

Absolutamente. Según como hagas los procesos de reconversión tecnológica podés tener la variante Ford y un sobrante de población sin posibilidades de insertarse dignamente en la dinámica económica. Ya pasó en el siglo XIX con la revolución industrial y un excedente en Europa que en 100 años alcanzó a 600 millones de personas: los inmigrantes que vinieron a América, los desheredados, los marginados, los piqueteros de esa época. ¿Cómo se hizo la descompresión demográfica de esa población sobrante? Se la envió a las periferias o se la liquidó en las guerras. Hoy la población sobrante ronda los 2.500 millones de personas. Son tratados como “los nuevos bárbaros” que invaden las fronteras de los imperios. Con una disminución de la jornada laboral se podrían sentar las condiciones para un despliegue de la creatividad humana

Por eso planteamos, por una parte, la reconstrucción de las industrias de base. Y ahora, desde el Congreso, estamos impulsando un área de empresas sociales, comunitarias. A diferencia de los neoliberales, que proponían bajar el costo laboral, esas empresas eliminan el costo empresario. Con un apoyo técnico-financiero permiten incorporar tecnología, disminuir la jornada laboral y no echar gente.

¿Qué cambios habría que hacer para financiar un proyecto así?

Como se exporta sin valor agregado, con un porcentaje de valor agregado tenés una masa de capital impresionante. Disminuir los subsidios a las grandes corporaciones, que son un escándalo. Parar la fuga de capitales que hacen las grandes empresas. Suprimir la minería a cielo abierto. Uno de los Gioja acusaba al otro de llevarse el oro pagando regalías del 3%. Pero como de ahí pueden deducir gastos, ¡pagan realmente el 1%! Además de esos cambios estructurales hay que hacer cambios en el régimen político.Una de las grandes batallas es emancipar a una gran parte de la población de las garras del clientelismo. Si hay empresas sociales en las que hay autonomía laboral y ya no dependen del plan social del puntero, se puede organizar una participación mucho más real rompiendo ese sometimiento de los sectores populares.

¿Cómo ves la construcción del Movimiento Proyecto Sur?

El Movimiento no tiene un objetivo electoralista. Lo electoral es una parte del camino que empezamos a recorrer. Lo importante es el proyecto estratégico. Más allá de los resultados y de las decisiones tácticas, de acá a octubre lo importante es continuar imponiendo los lineamientos, los ejes de un proyecto que sepa dar cuenta de estos desafíos de época. Y eso va más allá del resultado puntual electoral. Sabiendo que sos una fuerza nueva y que te ponen obstáculos no sería bueno entrar en el exitismo, o desmoralizarse si hay un resultado menor al esperado. No hay otra fuerza política capaz de dar respuesta a estos desafíos.

Copa América de Agustín Ostermann

Concurso Internacional Contragolpe de Cuento, Poesía y Ensayo


El Movimiento Estudiantil Contragolpe, con la intención de promover la creación literaria, convoca a la primera edición del Concurso Internacional Contragolpe de Cuento, Poesía y Ensayo, en arreglo a las siguientes bases:

1 Participantes

Podrán participar en este concurso todos los autores con una sola obra y con independencia de su nacionalidad y residencia.

2 Requisitos de los trabajos

Los textos estarán escritos en castellano. Han de ser originales e inéditos y no pueden haber sido premiados en otros concursos.
Para el rubro cuento su extensión no superará las 4 páginas DIN A4, escritas usando una letra tipo Times New Roman o Liberation Serif tamaño 12, por una sola de sus caras y a espacio simple. Su tema será libre.
Para el rubro poesía su extensión no superará los 79 versos, escritos usando una letra tipo Times New Roman o Liberation Serif tamaño 12, por una sola de sus caras y a espacio simple. Su tema será libre.
Para el rubro ensayo su extensión no superará las 3 páginas DIN A4, escritas usando una letra tipo Times New Roman o Liberation Serif tamaño 12, por una sola de sus caras y a espacio simple. Su tema será: El rol de la juventud en los procesos políticos contemporáneos.

3 Inscripción y documentación

Los trabajos se podrán presentar tanto en copia impresa como vía correo electrónico.

En caso de copia impresa: será dentro de un sobre por duplicado. Cada copia llevará una carátula o portada en la que figure el título de la obra, el rubro en el cual compite, el nombre del autor o autora, su domicilio, su número de teléfono y su correo electrónico. Por otro lado, las copias impresas podrán acercarse todos los martes de 18:00hs a 22:00hs a Richardson 374, Barrio Güemes, Córdoba, o en su defecto, todos los martes y jueves de 14:00hs a 18:00hs a la mesita de Contragolpe en las inmediaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC. EL plazo para la presentación de las obras vencerá el día viernes 9 de sptiembre de 2011 a las 23:00hs.

En caso de enviarlo vía correo electrónico será a la siguiente casilla de correo electrónico: movimientocontragolpe@gmail.com. La obra irá inserta en archivo adjunto de Word o de OppenOffice. En otro archivo adjunto, irán el nombre del autor o autora, su domicilio y su número de teléfono. El plazo para la presentación de las obras vencerá el día viernes 9 de septiembre de 2011 a las 23:00hs.

4 Fecha del Fallo y Premios

El jurado se expedirá el día lunes 10 de octubre de 2011 a las 15:00hs, informando a la comunidad los ganadores de los siguientes premios:

Cuento: Primer Premio: diploma, publicación de la obra en la revista Curupay y un libro sorpresa de regalo.
Segundo Premio: diploma y publicación de la obra en la revista Curupay.
Tercer Premio: diploma y publicación de la obra en la revista Curupay.

Poesía: Primer Premio: diploma, publicación de la obra en la revista Curupay y un libro sorpresa de regalo.
Segundo Premio: diploma y publicación de la obra en la revista Curupay.
Tercer Premio: diploma y publicación de la obra en la revista Curupay.

Ensayo: Primer Premio: diploma, publicación de la obra en la revista Curupay y un libro sorpresa de regalo.
Segundo Premio: diploma y publicación de la obra en la revista Curupay.
Tercer Premio: diploma y publicación de la obra en la revista Curupay.

Otras Informaciones:

Para cualquier otra información relacionada con este premio, los interesados pueden ponerse en contacto con los organizadores en los siguientes números de teléfono o correo electrónico:

Santiago Oliva: (0351) 157062317
Carlos Torres: (0351) 153953697
Andrés Carbel: (0351) 156757161

movimientocontragolpe@gmail.com

Argntina Indígena


El conflicto entre la comunidad Qom y distintos sectores del gobierno nacional no puede ser olvidado, tiene que servirnos para reflexionar sobre nuestros modelos de pensamiento y nuestras prácticas cotidianas. Actualmente existen muchas miradas sobre los pueblos indígenas de Argentina, sin embargo, entre la clase media conviven dos miradas preponderantes que fueron expuestas por Leopoldo Marechal en su bella novela Adán Buenosayres1: una de índole mágica o poética, donde se los vincula con asombrosas civilizaciones míticas; otra de índole materialista, donde se los identifica como los dueños primitivos de la pampa, arrasados y desaparecidos como bestias por los invasores blancos. También Ernesto Sabato, en El escritor y sus fantasmas,2 sucumbe frente a estas falacias del sentido común, falacias que niegan los variados orígenes de estos pueblos, que niegan la notable influencia que sus culturas mantienen, que niegan las potencias revolucionarias de sus idearios, que impiden nuestro arribo como sociedad a esas fuentes. Siempre, en estos esquemas de razonamiento, vive la siguiente sentencia: los aborígenes fueron exterminados, ahora tenemos otra realidad, los pocos que quedan están aislados en el monte, sin nada contribuyente a la sociedad. No obstante, frente a las antinómicas matrices del pensamiento argentino: la liberal y la popular, el antropólogo Rodolfo Kusch3 observa que el pensamiento popular es un pensamiento indígena, renacido en nuestro país como resultado de una migración poblacional interna que, incorporada a la ciudad, se aglutina en el primer peronismo y demuestra una importante cohesión, combatiendo las matrices de pensamiento hegemónicos. Ahora, sufriendo estas décadas terribles, en las cuales los sectores liberales avanzaron en la batalla discursiva, es trascendental regresar a los imaginarios populares como hicieron los países hermanos de Bolivia y Venezuela, ese cambio cultural es el único sendero para crear un marco de integración continental autónoma.
Haciendo un análisis interpretativo de la realidad nacional, veríamos que muchas de nuestras problemáticas se vinculan a esa colonización ideológica que padecemos, concluyendo en que sólo los modelos seminales4 del pensamiento popular, manifestados por los compañeros de la comunidad Qom durante las recientes jornadas de lucha, basados en encontrar una superación a una oposición irremediable, pueden sacarnos como sociedad de la paupérrima situación contemporánea. De esta forma, para insistir en una simetría literaria de las historias, podemos asociar el periplo de los pueblos tobas al de los argentinos en su totalidad: según los estudios de Ibarra Grasso5, los tobas, pertenecientes al conjunto lingüístico y cultural de los guaycurúes, vivían antiguamente en bosques semisecos, donde los productos naturales recolectables eran abundantes, comenzando por los frutos del chañar, del mistol, de la tusca y del molle, todos a mano, como la miel silvestre, los venados, los ñandúes y los peces, es decir, un ambiente donde las culturas podían expresarse libremente, hasta que llegó la conquista, hasta que llegó la opresión, hasta que los otros se apropiaron de la tierra. Algo parecido nos ocurrió como argentinos, ahora que todo lo material, todo lo venal, transmisible o reproductivo está nuevamente sometido a la hegemonía financiera extranjera, como denunciaba Raúl Scalabrini Ortiz hace setenta y cinco años, en Política británica en el Río de la Plata. Pero, como dijimos antes, retomando las potencialidades del pensamiento indígena-popular vamos a estar en condiciones de recuperarnos, con las miras puestas hacia un modelo de estado libre, justo, soberano, democrático e intercultural. El problema del indio en Argentina, entonces, es un problema multidimensional, con raíces en la tierra, con raíces en el pueblo.

1 Marechal, Lepoldo; Adán Buenosayres; Libro Tercero, Capítulo 1, Páginas 180 y 181; Editorial Sudamericana.
2 “Aquí la ciudad y la cultura se edificaron sobre la nada, sobre una pampa recorrida por tribus salvajes y duras. Casi todo nos llegó aquí de Europa: desde el lenguaje y la religión (dos poderosísimos factores de cultura) hasta la mayor parte de la sangre de sus habitantes”. Sabato, Ernesto; El escritor y sus fantasmas; página 12; Editorial Planeta. Aquí es importante señalar que el 56% de la población argentina tiene antepasados indígenas.
3 Kusch, Rodolfo; El pensamiento indígena y popular en América; Editorial Hachette.
4 El pensamiento seminal es una construcción de Kusch, referida a la trascendencia como condición necesaria para que el yo alcance toda su conformidad existencial.
5 Ibarra Grasso, Dick Edgard; Argentina indígena y prehistoria americana, TEA, 1971.


Santiago Oliva

Azúl


El día se tornaba azul en sus esquinas, si esperabas unos minutos, a veces al doblar podías perseguir al rojo como un secreto que se esconde y te tienta a que lo encuentres. Si te sentabas en una plaza pequeña que había cerca de ti, te encontrabas con el naranja del frente, atrapándote en un sinfín de tentaciones hipnóticas. Si tuviste suerte, recordaste no caer como una luciérnaga en su última sinfonía luminosa. Sólo si tuviste suerte.
Para el caso, seguías en aquel banco, tratando de ser tú el desafiante, el atrevido buscador de verdades o aventuras, retándote mutuamente con el entorno que se sumaba a una batalla por la resistencia. Empezaste a cerrar los ojos, el violeta hizo una entrada triunfal en el campo de batalla tornasolado, te preguntaste por qué el desorden. No recuerdas al naranja uniéndose con tu nuevo retador, pero tal vez fue una estrategia para confundirte. Los nervios comenzaron a rasguñarte la espalda, sentiste el sudor que caía por tu piel y te preguntaste cuál sería la próxima jugada, estabas listo, nervioso por esperar lo que sabías que llegaba sin saber qué era. Cuántas veces te sentiste preparado para ese algo, ese algo que vibra hasta en lo más profundo de tus entrañas y lo esperas, volviendote un muro, una roca de cristales preparado para cualquier reacción. Así estabas una vez más. Te percataste de que el banco reposaba sobre un verde estático, no hablaba como los otros y aún así los demás venían, se preparaban con sus sucias jugarretas y tú tentabas al destino a que pudieran sorprenderte.
El violeta se volvió más alto, un gigante sobre los brillos negros y los espejos marrones. Te aferraste al banco para recibir el golpe y de pronto, todo pareció una gran explosión de laberintos plateados y de fuegos que se abandonaban y te abandonaban. Brillo y ceguera…
Recordaste tus gritos, tu anhelo por la sorpresa. Podías resistirlo pero aún así te sabías impotente de antemano, recibirlo y eso es todo. Las vueltas se terminaron, el suelo que ya no sabías donde estaba se aferró lentamente a tus pies. Estabas aturdido. Tu cabeza resentida no quería desprenderse del torbellino, aún seguías en él aunque algo sólido parecía yacer debajo de ti, esperaste.
Cuando el mundo dejó de girar, te percataste de que tú seguías girando, y el azul y su negro, y tus ojos y su negro, un dejo de aire se desprendió de tu garganta y comprendiste, en una vorágine fugaz, que seguirías girando y pronto caerías, caerías en el profundo ocaso del azul de tus propios labios.

Luján Martínez

Actualización Política


José Pablo Feinmann, en su novela "La astucia de la razón", escribe un diálogo ficcional entre René Rufino Salamanca, líder obrero de los mecánicos cordobeses y John William Cooke, cuadro político más importante de la izquierda peronista. Están comiendo empanadas y tomando vino en una casa de la calle 27 de abril junto a varios compañeros. Salamanca le dice a Cooke que los obreros son peronistas mientras el peronismo no es obrero, entonces, es necesario conducir a la clase obrera hacia el encuentro con su propia ideología. Cooke le dice que está equivocado, que eso es ponerse afuera de los obreros y hacer vanguardismo ideológico, que siempre es necesario recordar el consejo de Lenin: debemos partir del estado de conciencia de las masas; si la identidad política de los obreros argentinos es el peronismo, no estar ahí, es estar afuera. Bueno, compañero –le responde Salamanca–, entonces nosotros estamos afuera del peronismo y sobre todo afuera de la conducción de Perón. Cooke, irónico, sonríe. Sabe que tiene algo sorpresivo para decirle a Salamanca: No hay caso entre ustedes y Perón, che. Que Perón no representa los verdaderos intereses de la clase obrera. Que la clase obrera tiene un líder y una ideología burgueses. Bueno, mirá, escuchame bien: Yo me cago en Perón. En ese momento a Salamanca se le iluminó la cara y dijo: parece que estamos más de acuerdo de lo que creíamos, Gordo, nosotros también nos cagamos en Perón. Pero Cooke dice no, no estamos de acuerdo, porque ustedes se cagan en Perón de una manera y yo y los peronistas como yo de otra. Porque, para ustedes, compañero, cagarse en Perón es quedarse afuera. Afuera de Perón y de la identidad política del proletariado. Mientras que para nosotros, cagarnos en Perón es rechazar la obsecuencia de los burócratas del peronismo. Es reconocer su liderazgo pero no someternos mansamente a su conducción estratégica. Para nosotros, Salamanca, para mí y para los peronistas como yo, para los peronistas revolucionarios, cagarnos en Perón es crearle hechos políticos a Perón, aun al margen de su voluntad o del que sea su propio proyecto. Para nosotros, cagarnos en Perón es creer y saber que el peronismo es más que Perón. Que Perón es el líder de los trabajadores argentinos, pero que nosotros, los militantes de la izquierda, tenemos que hacer del peronismo un movimiento revolucionario. De extrema izquierda. Y tenemos que hacerlo le guste o no le guste a Perón. Porque si lo hacemos, a Perón le va a gustar. Porque Perón es un estratega y un estratega trabaja con la realidad. ¿Entendés, Salamanca? Y nosotros le vamos a crear la realidad a Perón. Una realidad que, más allá de sus propias convicciones que son muy difíciles de conocer, Perón va a tener que aceptar. Porque Perón, Salamanca, ya no se pertenece. Quiero decir: lo que no le pertenece es el sentido político último que tiene en nuestra historia. Porque Perón, Salamanca, va a tener que aceptar lo que realmente es, lo que el pueblo hizo de él: el líder de la revolución nacional y social en la Argentina. Ésa es, entonces, compañero, en suma, mi manera de cagarme en Perón.
Bien, eso que yo reescribí fue publicado en 1990 y transcurre en una noche de 1964, cuando John W. Cooke había estado en Córdoba dando una conferencia sobre el fallido regreso de Perón. Lo interesante de todo esto, al menos lo interesante desde la coyuntura actual, es que revela una de las falacias madres del discurso kirchnerista: la falacia sesentista. Veamos: el kirchnerismo ha venido construyendo poder a través de seis caminos, primero, sus alianzas con las corporaciones extranjeras que están saqueando la nación, como la minera Barrick Gold, o la petrolera Pan American Energy; segundo, sus pactos con las corporaciones cipayas, como el industrial Grupo Macri o la sojera Bunge & Born; tercero, su base político-clientelar con las intendencias corruptas del conurbano bonaerense, a través de Sergio Massa (ex UceDé), a través de Martín Sabbatella, a través de Fernando Espinoza y muchos otros; cuarto, sus acuerdos con las gobernaciones criminales, bancando a Gildo Insfrán en Formosa, bancando a José Luis Gioja en San Juan, bancando a José Jorge Alperovich en Tucumán y a muchos otros; quinto, su estratégico proyecto sindical junto a Hugo Moyano (ex Triple A) y toda la burocracia sindical del menemismo, incluyendo a tipos como José Pedraza, responsable de la destrucción de los Ferrocarriles Argentinos; sexto –y esto es lo que nos interesa ahora–, su extraordinaria capacidad de sacarse de encima muertes de hambre, muertes en represión, muertes por uso indiscriminado de agrotóxicos, utilizando el discurso de artistas, escritores y demás especímenes de la llamada intelectualidad subsidiada, autora de la anacrónica falacia sesentista con la cual nos quieren hacer comer el sapo más grande que se haya visto. Esta falacia sesentista consiste en pensar que la coyuntura actual es la misma que la de los años sesenta, cuando el peronismo era una fuerza viva, capaz de transformar la nación porque la mayoría del pueblo era peronista porque Perón nos dio trabajo, porque Perón nos sacó de la servidumbre o porque soy lo que soy gracias a Perón. Ahora, después de las décadas terribles que fueron pasando, repletas de traiciones, la sociedad argentina se ha desperonizado, es decir, la sociedad argentina de hace veinte años fue cumpliendo su ciclo biológico dejando una sociedad muy diferente. Tal vez hasta el año 1989, el pueblo metió en la urna el sueño de que saliera de allí lo que alguna vez salió, pero luego del menemismo entreguista y banal, sumado a los palos recibidos en la dictadura, los votos del peronismo pasaron a ser los votos del pejotismo. Al haberse vaciado de contenido, solo quedó la estructura del peronismo: el Partido Justicialista, una estructura, un aparato electoral que por medio del clientelismo político, aprovechándose de las necesidades de una sociedad terriblemente golpeada por sus políticas y por las de la degradada UCR, mantiene un pseudopoder político (estando en el gobierno o estando en la oposición) para ser un mero gestor de las corporaciones extranjeras o cipayas, para ser un agente administrativo en la dictadura del capital. Entonces, el anacronismo de la falacia sesentista queda en evidencia cuando la intelectualidad subsidiada, arguyendo que este gobierno es lo más progresista que soporta la sociedad argentina, señala como enemiga a una derecha que tiene el mismo proyecto de país que el gobierno nacional y popular de Cristina Fernández, teniendo en cuenta, además, que una sociedad cooptada por los aparatos no es igual a la sociedad de la década del sesenta. La intelectualidad subsidiada, con ese discurso, tiene como objetivo principal decirles a los argentinos que es inviable, entre otras cosas, reparar la pobreza y la indigencia, mejorar el transporte público, recuperar la renta minera e hidrocarburífera, auditar la deuda externa, limitar la extranjerización de la tierra y de nuestros recursos pesqueros, manteniendo en el poder político al principal enemigo interno: el bipartidismo (PJ y UCR) cómplice de las mafias que son dueñas del país. Sin embargo, aún mirando todos los platos servidos en la mesa del kirchnerismo y sus aliados: Macri, UCR, Cargill, Barack Obama y muchos otros, hay pibes, hay militantes jóvenes comiendo esa mentira, ese estofado que vino como un plan para continuar el saqueo de nuestro país.
Ahora, observando el panorama político, social y cultural que vivimos, vaciado de contenido por los medios de comunicación hegemónicos, debemos encontrar el camino para volcar toda nuestra energía generacional. El escritor indio Jiddu Krishnamurti observa que en la profunda crisis que padecemos como humanidad, es imposible continuar aceptando y reproduciendo las viejas normas, los viejos patrones, las antiguas tradiciones viciosas. Nuestro gobierno, creyendo innecesario un cambio de época, mantiene las formas que hace doscientos años venimos padeciendo. En Bolivia, la constitución política del estado de 2009 establece la división de poderes en cuatro órganos de gobierno; en Venezuela, la constitución aprobada el 15 de diciembre de 1999, conforma un estado que se estructura en cinco poderes. Nosotros, en Argentina, mantenemos la constitución menemista con todos los artículos nefastos que apoyaron individuos como Néstor Carlos Kirchner, capaces de provincializar los recursos naturales estratégicos del subsuelo para luego negociarlos con las corporaciones extranjeras, hecho infinitamente antifederal. Nosotros, en Argentina, estamos asesinando a las comunidades indígenas con hambre y con balas en lugar de aprender de ellos. Nosotros, en Argentina, estamos siguiendo la huella colonialista de Sarmiento cuando la realidad pide una cooperación latinoamericana que no se detenga en los negocios bilaterales, sino que se profundice en proyectos conjuntos, promoviendo políticas internas similares y políticas de integración como un ferrocarril que una la Patagonia con el lago de Maracaibo. Nosotros, en Argentina, estamos orgullosos de que la secretaria de estado yanqui, Hillary Clinton, elogie nuestras políticas económicas cuando pagamos al club de París una deuda odiosa, ilegítima y fraudulenta. Nosotros, en Argentina, estamos siendo engañados por un gobierno que se llama progresista pero que basa su discurso en coyunturas políticas de hace cincuenta años. Entonces, el único camino que nos queda a los jóvenes argentinos, es mirar los procesos latinoamericanos e inventar nuestra ideología, nuestra revolución, sabiendo que si recuperamos los recursos petroleros y naturales del país es posible acabar con la pobreza y el desempleo y desarrollar sus capacidades industriales y científico-técnicas, en el marco de una integración continental autónoma, recordando siempre la militancia de tipos como John William Cooke, acordes a su tiempo.

Redacción Curupay