
Desde épocas ancestrales el hombre ha utilizado su ingenio para hacer su vida más fácil y cómoda utilizando diferentes formas energías.
Hasta hace poco más de doscientos años las principales fuentes de energía eran la fuerza de los animales, la fuerza de los hombres y el calor obtenido al quemar la madera. Con la revolución industrial, el invento de la máquina a vapor cambió drásticamente las fuentes de energía que mueven a la sociedad actual. Ahora, el desarrollo de un país está ligado a un creciente consumo de energía de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.
Las energías primarias son aquellas provistas por la naturaleza en forma directa. En nuestro país, la matriz energética primaria está basada principalmente en recursos fósiles, en el 2008 esta fuente de energía ocupaba el 91,23% del total.
En cuanto a la matriz de energía eléctrica, en la última década ha ocurrido un progresivo aumento en la participación de la generación térmica. Las centrales térmicas utilizan para su funcionamiento gas, gas oil, fuel oil y carbón, es decir, ha aumentado el uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad, en detrimento de las fuentes hidroeléctricas.
A partir del 2002 el crecimiento económico estuvo acompañado de un gran crecimiento en la demanda de energías, ante la escasa planificación heredada de la década menemista, el gobierno nacional encaró varias medidas. Algunas positivas como la campaña nacional por el uso eficiente de la energía y el incentivo a las energías renovables, especialmente la eólica. Pero también, apremiado por la demanda, ha invertido grandes recursos en construir tres centrales térmicas, haciéndonos más dependientes de los combustibles fósiles, especialmente del gas, al mismo tiempo que las escasas reservas del mismo hacían necesario importar gas licuado.
Veamos un poco a futuro, la planificación en materia energética es fundamental, las previsiones se realizan con diez o veinte años de antelación, y modificar considerablemente la matriz es un proceso que puede llevar varias décadas.
De llevarse a cabo ciertas transformaciones que están incluídas en las cinco causas de Proyecto Sur, aumentará de forma considerable el consumo de energía. Esta consecuencia inevitablemente tendrá puntos ríspidos con las consignas de defensa del medio ambiente y preservación de los recursos naturales.
Por un lado, mejorar la calidad de vida de millones de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza traerá aparejado una mayor demanda energética de parte del sector residencial, ya que cuanto mayor es el nivel de vida, mayor es el consumo. Desde el punto de vista del consumo eléctrico, por ejemplo, no gasta lo mismo una familia clase baja, que apenas tienen unos foquitos y con suerte una heladera y un televisor, que una familia clase media que utiliza aire acondicionado, microondas, freezer, computadoras y muchos electrodomésticos más.
Por otro lado, para reconstruir las industrias de base como la ferroviaria, la aeronáutica y la naviera será necesario disponer de energía abundante y barata. Pensar en importar la energía sería atar el desarrollo industrial al mercado y a las decisiones de países exportadores de energía.
Es fundamental entonces aumentar la capacidad energética, hacer más eficiente el uso de la misma y diversificar la matriz para hacerla menos dependiente de los combustibles fósiles.
En este marco las energías alternativas surgen como una buena opción, por eso nos proponemos en esta y las próximas ediciones hacer una breve descripción de las mismas y analizar desde diferentes puntos de vista, la viabilidad de las mismas.
Biomasa
La Biomasa es una forma de energía renovable que surge a partir de los seres vivos o sus desechos. Se trata de la materia orgánica e inorgánica que se produce a partir de un proceso biológico y que puede ser aprovechada y convertida en combustible.
Son ejemplos de aplicaciones prácticas la producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar o el maíz, y la producción de biodiesel a partir de la soja.
El biodiesel sólo puede utilizarse mezclado en gasoil, actualmente, este porcentaje es del 7%. Argentina posee uno de los polos de procesamiento de soja más avanzados del mundo, estimándose para el 2011 una producción de 2,5 millones de toneladas de este combustible.
Desde el punto de vista estrictamente económico, elegir esta alternativa a los combustibles fósiles puede representar una gran oportunidad, ya que países de gran influencia como EEUU y Brasil están aumentando cada vez más su consumo. Seguramente aparecerán empresarios dispuestos a subirse al barco y sembrar más maíz y soja para exportar o incluso producir bioetanaol y biodiesel en el país para exportar.
En cambio, desde el punto de vista de las necesidades sociales y de la independencia económica del país, al precio del maíz se sumarán otras reflexiones. Se trata de un alimento directo para los pueblos pobres, e indirecto ha través de las diversas carnes, para todos los demás. Se verá entonces que el aumento brusco de precios seguramente agudiza las condiciones de pobreza u obliga a los gobiernos a subsidiar la producción de carne, restando recursos a otros destinos. Se agregará la mirada del balance energético, comprobando que la ganancia de energía al producir etanol a partir de maíz es magra, y si se transporta el etanol a grandes distancias, es seguramente negativa. Se entenderá que la tierra es un recurso finito y por lo tanto asignarla a un uso dominante, obviamente resta su disponibilidad para otros usos, perdiéndose la soberanía alimentaria.
Eólica
La Energía eólica es la energía obtenida del viento, se utiliza para producir energía eléctrica mediante dispositivos llamados aerogeneradores, que transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica.
Es un recurso abundante, renovable y limpio, al depender sólo del viento no está atado al mercado mundial ni a las políticas de turno. En el 2009, la capacidad mundial de los generadores eólicos generó aproximadamente el 2% del consumo eléctrico mundial, mientras que en argentina la capacidad instalada es ínfima, 30 MW aproximadamente.
Como desventaja presenta un costo de inversión inicial sensiblemente superior a otras fuentes energéticas convencionales. Imposibilidad de controlar la generación para adecuarla a la demanda. Impacto ambiental, que comparado con otras alternativas es ínfimo, pero no deja de alterar el ecosistema, generando ruidos y riesgos de accidentes para las aves.
Nuestro país presenta un importante recurso eólico en la región patagónica, además de los conocimientos científico-técnicos para desarrollar esta actividad. En el 2010 tuvo lugar la adjudicación del Programa de Generación Eléctrica a partir de Energías Renovables (GENREN) donde se adjudicaron proyectos para generar 754MW de energía eólica.
Fuentes
Panel sobre energía. Matriz energética Nacional: Evolución y perspectivas. Dr Ing. Pablo Frezi.
Página de la Secretaría de Energía de la República Argentina
Entrevista a Enrique Martínez director del INTI
Costos y beneficios del uso de la energía eólica. Dr. José I. Alameda Lozada
Dr. Edwin Irizarry Mora
Germán Colotto