viernes, 5 de agosto de 2011

¿Por qué hacemos Curupay?


Esta revista política, social y cultural nace con la necesidad de volverse una herramienta para todas las organizaciones que luchan por la emancipación de nuestra América. No tratamos de diluir ingenuamente las diferencias ideológicas, religiosas o filosóficas que existen en el seno del pueblo y entre quienes hacemos Curupay. Ellas nos merecen respeto, pero de ningún modo pueden ser una traba para la unidad. En cambio, deben servirnos como ingredientes de un mismo destino. Es por ello que estamos comprometidos e invitamos a comprometerse a todos los ciudadanos que se sientan identificados con las banderas que levantaremos: la defensa y democratización de la democracia; la lucha por la justicia social, considerando derechos inalienables la salud gratuita y de calidad, la vivienda digna, la educación popular y laica para todo el pueblo; la promoción y difusión del arte y la música, como expresiones genuinas y legítimas de nuestro pueblo; la unión latinoamericana contra el imperialismo como marco para la liberación.
Curupay, entonces, abre sus puertas a la participación, porque entendemos que ningún partido ni sector social podrá por sí sólo, superar los males estructurales de nuestro país y de América Latina.

Peronistas, Radicales, Anarquistas, Religiosos, Socialistas, Intelectuales, Comunistas, Independientes y Artistas: avancemos entre todos hacia la liberación.

Redacción Curupay

Tierra Sublevada


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Hoy como ayer, uno de los bienes más genuinos del que disponen los pueblos para su desarrollo son los recursos naturales de sus territorios, que forman parte del capital de toda la sociedad. Desde la conquista española, esas riquezas fueron sustraídas por sus ocupantes y, salvo raras excepciones, siguen en manos extranjeras. El llamado “boom minero argentino” que atrae a las multinacionales del sector, anunciando grandes beneficios para el país, es una operación que desinforma y encubre el silencioso saqueo de recursos metalíferos y energéticos no renovables, permitiendo sistemas extractivos depredadores y contaminantes, que están siendo denunciados y prohibidos en todo el mundo. La nueva fiebre minera se inició durante la década de Carlos Menem y se ha mantenido y profundizado con los sucesivos gobiernos, creándose incluso una suerte de tercer territorio soberano en la cordillera de los Andes mediante el odioso Tratado de Integración y Complementación Minera Argentino-Chileno de 1997.
Pueden sorprender estas afirmaciones, pero el tema de la explotación minera y la legislación que la ampara no han estado presentes en el debate político y menos aún en los medios de comunicación hegemónicos. Es raro encontrar a un ciudadano -periodista, profesor, magistrado o dirigente- que sepa que Argentina es el sexto potencial minero del planeta, o que guarda en sus sierras, mesetas y cordilleras, depósitos detectados de oro, cobre, plata, plomo, molibdeno, zinc, estaño, litio, potasio, níquel, cobalto, uranio y otros minerales, que se estiman en la suma aproximada de 170.000 millones de dólares. La Secretaría de Minería de la Nación (SMN) sostiene: “La oportunidad que presenta el potencial geológico de la Argentina radica en que el 75% de las áreas atractivas para la minería permanecen sin explotar. La totalidad de los prospectos, yacimientos y depósitos fueron ubicados y puestos a disposición de la actividad privada a comienzos de la década del 90, como resultado de varios años de trabajo prospectivo del Estado.”1
Lo escandaloso del caso argentino es que la legislación nacional vigente, evidencia una clara servidumbre colonial. Establece que la propiedad de las reservas mineras es de los estados provinciales pero les prohíbe explotarlas: están obligados a cederlas a las empresas privadas, transfiriéndoles las investigaciones geológicas y los descubrimientos realizados por la nación. Si a esto se suma la falta de control público sobre los minerales que exportan, las excepcionales desgraviones impositivas, las bajísimas regalías o los subsidios otorgados, no sería exagerado afirmar que el despojo colonial del cerro Potosí difiere poco en su esencia del que hoy practica la mentada megaminería en nuestro país. Contrariamente a lo que se hace creer, el oro, la plata, el cobre y sesenta metales más, se van al extranjero sin pagar nada; pero nos dejan mucha pobreza, corrupción, una grave contaminación ambiental y comunidades divididas por la asociación o resistencia a la corporación minera. Sin embargo, semejantes atropellos atraviesan el Congreso Nacional, la Justicia y los organismos del Estado, sin provocar una fuerte reacción en los medios hegemónicos de comunicación y en las fuerzas políticas.

2

Córdoba, afortunadamente, es una de las pocas provincias que se han opuesto a este ultraje, no obstante, ese triunfo está en peligro. En la primavera del año 2008 la legislatura aprobó sin votos en contra la ley 9526, mediante la cual se prohíbe en todo el territorio de la provincia la actividad minera metalífera en la modalidad a cielo abierto y en todas sus etapas. Este tipo de minería es a la cual nos referíamos antes, siendo un tipo de minería que involucra la extracción de metales con procesos que implican tratamientos tóxicos, utilizando enormes volúmenes de agua y sustancias nocivas, como el cianuro y el ácido sulfúrico, entre otros. Sin embargo, existen métodos mineros tradicionales que implican un impacto ambiental considerablemente menor. Se trata de la minería no metalífera, cuyos fines se asocian a la obtención de rocas para la elaboración de productos secundarios, como la cal y el cemento, destinados a la industria de la construcción. Este tipo de minería no era afectado por la nueva ley. No obstante, los poderosos intereses de la Barrick Gold comenzaron a operar frente al histórico triunfo de las asambleas ambientalistas, los grupos vecinales y los partidos y movimientos políticos, intentando manchar la sanción de la ley con supuestas vinculaciones entre la prohibición de la megaminería contaminante y las mafiosas empresas desarrollistas inmobiliarias de Córdoba, argumentando que algunos complejos turísticos se verían afectados por la lluvia ácida generada en los yacimientos. En este sentido, el secretario de minería de la Provincia, Aldo Bolanumi, justificó la sanción de la ley explicando que la intención fue consolidar una política asentada en la minería no metalífera, actividad que se viene realizando desde hace mas de 500 años en las sierras de los Comechingones.
Lamentablemente, en el ultimo tiempo ha aparecido un nuevo punto de discordia en el centro de la escena. La cámara de empresarios mineros en Córdoba (CEMINCOR) y la asociación de profesionales de la comisión nacional de energía atómica (APCNEA), enviaron al Tribunal Superior de Justicia (TSJ), una petición de inconstitucionalidad de la ley 9526, basada en la imposibilidad de legislar por encima del Código de Minería y en el riesgo que la ley implica para las fuentes de trabajo que se generan en este rubro. Esta petición fue admitida por el TSJ. Ahora bien, en este punto aparece un dato clave: la participación de la Nación en el pedido, mediante APCNEA, deja entrever su intención de reanudar las actividades de este sector en la provincia mediterránea. El desarrollo del actual Plan Nuclear Argentino estaría directamente relacionado con los intereses del gobierno nacional en la actividad mega minera metalífera con uranio en Córdoba. Al respecto, Paco Bauen, miembro de la organización Córdoba Ciudad Despierta, sostiene que la intención de la APCNEA de declarar inconstitucional la ley 9526 responde a que el plan nuclear tiene como objetivo abrir una nueva central que necesitará del abastecimiento de uranio extraído de una mina instalada en las sierras de Córdoba. Desde el Instituto de Estudios de la Revista Pueblo Nuevo agregamos que la central nuclear Atucha I y Embalse de Río III utilizan en conjunto 123 toneladas de uranio anuales, mientras que únicamente la centra Atucha II necesitaría 108 toneladas. Entonces, sumadas las 3, daría un resultado de 220 toneladas de uranio, cantidad que sólo Córdoba podría dar al Gobierno. Además, es importante destacar que el remanente de uranio podría ser utilizado con fines comerciales por Barrick Gold.
La problemática en torno a la ley de ordenamiento territorial de bosques nativos de la provincia (ley 9814), volvió a llenar de dudas y cuestiones inconclusas al tema de la minería. En su artículo 37, esta ley establece que dado su carácter transitorio, está permitida la actividad minera en todas las categorías de conservación, previo estudio de impacto ambiental debidamente aprobado por la autoridad de aplicación, de conformidad a la normativa ambiental y minera de la provincia de Córdoba. Así, en principio, no se especifica a qué tipo de actividad minera se alude. Esto toma relevancia debido a que, en caso de darse un fallo positivo en la inconstitucionalidad de la ley 9526, la prohibición de la actividad minera metalífera quedaría sin efecto y el desmonte de los bosques podría hacerse tanto para la minería metalífera como para la no metalífera. Además, se coloca a la minería por sobre la consideración de la protección al bosque nativo debido a que se refiere a toda las categorías de conservación, fomentando la ambigüedad y la sospecha. La ley de bosques es una forma de abrir una ventana donde, por ahora, no se pudo abrir una puerta. Por último, es importante destacar que la discusión respecto a la energía nuclear merece párrafos aparte, porque es necesario abrir un debate en torno a ese tema. Pero una verdad con fuerza de axioma, es la que surge de las protestas del pueblo, protestas que ponen en evidencia las desastrosas consecuencias que tendrá para la provincia de Córdoba, la explotación mega minera a cielo abierto. Las únicas palabras que restan por decir, deben relacionarse con el triunfo de las organizaciones que a mediados del año pasado, generando un punto de unión entre el poder popular de las asambleas ciudadanas y el poder institucional de los diputados del interbloque Proyecto Sur, lograron promulgar la tan ansiada ley nacional de protección de glaciares, con la cual asestaron un duro golpe a las corporaciones como Barrick Gold y a sus socios políticos como Gioja.


Redacción Curupay

Propuestas Musicales: Soluna


En el año 1977, en Argentina, la banda Soluna editaría lo que fue su único disco y luego se disolverá cuando su líder, Gustavo Santaolalla, deje el país retirándose a los Estados Unidos. A pesar de ser la única producción del grupo, el disco Energía Natural los muestra totalmente consolidados, con un sonido propio muy versátil. Se destaca en él: la presencia como invitado de Charly García, orquestando desde su mellotrón en Ella despertaba y en Detrás de la valla, donde también se aprecia el altísimo trabajo realizado desde lo coral, elemento imperante en todo el disco y característico de esta banda que a través del canto pudo sublimar las cotidianidades expresadas en sus letras.
Esta producción incluye Detrás del vidrio roto, primer tema grabado de Alejandro Lerner, quien a sus 20 años participa como miembro estable, tocando pianos acústicos y eléctricos: órganos y sintetizadores. La banda se completa con más de ocho músicos que aportan creatividad desde diversos instrumentos.
Además de la autoría en casi todos los temas, el trabajo realizado por Santaolalla como productor de grabación es impecable, explota al máximo las posibilidades sonoras del grupo, dejando al oyente sin una idea clara acerca de la época en la que fue grabado y con la pregunta latente de por qué no lo había escuchado antes. Gustavo también se destaca como guitarrista, en los planos acústicos y eléctricos, con solos brillantes como el del primer tema: Espérame encendida, en donde se hace presente también otro elemento que agrega otro color a la amplia paleta sonora del disco: la percusión.
Para los que creían haber agotado la capacidad de sorpresa en cuanto a la música del rock nacional, esta es una invitación para disfrutar de una faceta muy poco explorada, con un altísimo nivel compositivo, interpretativo y sonoro, que ofrece al oyente atento la posibilidad de transportarse a una atmósfera que combina la calidez de un hogar con la profundidad de un sueño.


César Seppey

Inmolación de los pájaros


Tapa del diario Clarín:
“Aumenta el calentamiento global:
Inminente desastre ecológico”.



Contratapa:
“Bandada de gaviotas choca
contra avión de Lapa.
97 muertos”.


Fernando Manzini

Mis creencias


Según por ciertas teorías.
De algún antiguo profeta
Ayer existió un poeta
Que hoy vive en la mente mía
Y en ranchos y en pulperías
Donde se enciende un fogón
Se nutre mi inspiración
Por un don iluminado
Obedeciendo al dictado
De aquella reencarnación.

Si el espíritu del hombre
Se reencarna en otro ser
Logrando permanecer
Con distinta vida y nombre
Aunque exista quien se asombre
Por tener otras creencias
Yo por ciertas experiencias
En esta razón me fundo,
Nadie sabe en este mundo
El principio de su existencia.

Sin tener ilustración
Por las universidades,
Solo por las facultades,
Por natural intuición
Sin tener mas instrucción
Que a duras penas escribir
Me gustaría ver venir si es
Que existe en el planeta el ilustrado poeta
Que me quiera discutir.

Cuando el hombre en su creación
Vió en sí mismo su existencia,
Formó en él una creencia que le llamó religión.
Creando en esa educación
Una fuente de saber,
Ya que dios a mi entender,
Algo invisible con nombre,
Imaginación del hombre
Que lo convirtió en un ser.

Pues nadie podrá saber
Con toda su inteligencia
De ande viene su existencia
Y el principio de su ser.
Solo podemos creer de lo
Que en otros tiempos fuimos
De que en el mundo existimos
Y como en el mundo andamos,
De que manera nos vamos
Pero no de ande vinimos.

Hoy solo podemos leer
Lo que el hombre primitivo
Dejó impreso en sus archivos
Para enseñarnos a creer
Pero quien ha de poder
Con criterio discutir
O exactamente decir
Con todas sus profecías
Desde que tiempo existía
Para cuando aprendió a escribir.

Al lograr su evolución
El hombre empleó su ciencia
Y volcó su inteligencia
Para su propia destrucción.
Y llevado por su ambición
Siendo tan inteligente
Hoy destruye ferozmente
Sin detenerse un segundo
Lo que tiene sobre el mundo
Para vivir cómodamente.

No es con tanta inteligencia,
No descubre en su importancia
En sí mismo esa ignorancia
Que destruye su existencia
Y al avance de su ciencia
Se irá destruyendo más
Ya que no podrá jamás
Mientras no cambie de norma
Poder inventar la forma
De poder vivir en paz..

Si lograra meditar
Sobre tanta destrucción
Desterrando su ambición
Y su modo de pensar
Dedicándose a estudiar
Para combatir el horror
Comprendería con dolor
Ante tales experiencias
Que con menos inteligencia
Viviría mucho mejor.


Augusto Romero

Piedras Pintadas


Yo soy Naguán Eara, sacerdote de las cuevas de Inti Huasi, maestro del curupay. Mi ascendiente, Ambula, expulsó en la batalla de Totoral a los invasores del oeste; algunos de mis hermanos demostraron su jerarquía guerreando contra los clanes enemigos; mi padre, el cacique Macha, estaqueó los pies de tres sanavirones antes de morir en la pelea. Quince lunas han pasado desde que vinieron los hombres blancos del oriente. Mi esposa duerme con ellos. Mis hijos están en la tierra con el cráneo roto. Llevo cinco tardes oculto en las grutas de Ongamira. Los pumas, los hombres, los perros me acechan. Soy un cobarde.
Un gemido natural me despertó esta mañana: decenas de hombres con hachas golpeaban los curupayes de la quebrada. Las vainas de los árboles fueron incendiadas en piras terribles. Ellos veían al demonio arder; nosotros, una bruma devorándose todo. Volví corriendo hasta mi cueva y saqué las semillas de la bolsa para sembrarlas en la tierra de los comechingones. Hacía mucho tiempo que no lloraba: los doce clanes de mi pueblo están siendo rebajados por la barbarie; los morteros astronómicos ya no reflejan las constelaciones; el espíritu de mi árbol nos abandona. Si esta nueva raza fuera superior, hubiera sido yo el primero en entregarme.
Llegaron un día sobre huemules enormes, matando sin mostrar la cara, arrasando contra los dioses. Quisieron obligarnos a hablar la lengua de los quechuas. Quisieron obligarnos a vender la tierra como si fuesen nuestros los ríos y las montañas. Nosotros creímos poder atacarlos en grupo pero ellos empezaron a arrojar bolas de fuego. Uno de mis hijos, Citón, murió aplastado por una madera en llamas. Kanguay, mi esposa, fue una de las capturadas por el invasor. Esa noche, aislado de mis hermanos, tuve que refugiarme herido en esta cueva de piedras pintadas.

El calor de mi cuerpo aumentó con el paso de las tardes. Unas manchas rojas empezaron a invadir mi cara y mis manos; en los amaneceres suelo convulsionar de fiebre; dentro de mi garganta siento dolores agudos. Ayer, mientras buscaba hierbas para curarme, oí que alguien suspiraba detrás de un algarrobo. Era una niña invasora, acaso la hija del verdugo de Citón. Tendría unos nueve u ocho años de edad, la piel llena de pecas y el cabello marrón claro. Pensé violarla hasta destrozarle las vísceras, arrancarle uno por uno los dedos, devolverla en pedazos a sus malditos progenitores. La niña me admiró con terror, trató de huir pero le cerré el paso y la recogí para encerrarla en mi gruta. En la madrugada sería entregada a los dioses.
Volví hacia el atardecer, trayendo huevos de ñandú y un poco de labiada fresca. La ingesta de curupay me había recuperado levemente de la enfermedad. Cuando entré a la cueva, la nena se escondía detrás de unas rocas. Puse las cosas en el suelo y fui hacia ella. Corté un mechón de su pelo amarillo y lo empapé con la grasa del mortero. Ella tiritaba mientras yo recorría su boca con mis dedos; mientras yo la desnudaba y le abría las piernas; mientras yo veía su sexo tierno, lampiño. El rencor me alentaba a penetrarla, a sentir, a gozar de lo empapado de sus entrañas, pero algo me hizo comprender que era inocente y que su llanto denotaba la existencia de un pueblo tan sensible como el nuestro.

Por la mañana regresó el malestar a mi cuerpo. Otra vez las erupciones infectas y la fiebre. La nena, a la que empecé a llamar Sumac, estuvo dándome en la boca el brebaje preparado en las vasijas. Al fin me recuperé un poco y pude ver que sus manos también estaban repletas de manchas. El frío del otoño se apoderaba de mi escondite mientras la niña transpiraba y tosía. La subí a mis brazos, cruzamos juntos la hondonada de los chañares y llegamos a las cercanías de su aldea. El viento hacía flotar pétalos de lapacho púrpura en el aire. Cuando los hombres blancos nos vieron, dejé a la niña en el suelo y corrí para no ser atrapado.

Fueron pasando algunas jornadas pacíficas desde que devolví a Sumac, e incluso pensé que el fin de la violencia era posible. Pero anoche, en el faldeo del cerro negro, los invasores fueron sorprendidos por mis hermanos y llevados con lanzas venenosas hasta el despeñadero. Sin embargo, esto no sirvió para nada, porque inflamó el odio de los hombres blancos, que desde el alba vienen descuartizando a quienes se les oponen y repartiendo entre los prisioneros colchas infectadas con viruela. Los comechingones mueren por las sierras con los cuerpos ulcerados y la cabeza en delirios.

La madrugada del salto, el cacique Mila vino a mí para encontrar una cura a la peste, pero en mi rostro se repetían las manchas y las erupciones. Me dijo que si ya era imposible huir de la muerte y la esclavitud, los comechingones saltarían al vacío desde la cumbre alunada. Yo sabía que la viruela no iba a matarme, porque conozco el lugar donde me espera el asesino, pero a ellos no puedo salvarlos: la fiebre se los lleva como el arroyo crecido.
Esa noche se agitaban las piedras del cielo. Un gas helado y lleno de humedad unía a los hombres con las colinas. Los pájaros de carroña llevaban días intuyendo la carne. Desde la cumbre plateada de un cerro donde solía pasearme con mi hija, decenas de comechingones se preparaban para morir. Algunos me pidieron perdón; otros, solo me rogaron que los protegiese. Caminé durante algún tiempo para no escuchar el impacto de sus cuerpos estrellados. Conlara, un joven amigo de Citón, fue el segundo que vi correr hacia el precipicio.

Santiago Oliva

Futuro Energético


Desde épocas ancestrales el hombre ha utilizado su ingenio para hacer su vida más fácil y cómoda utilizando diferentes formas energías.
Hasta hace poco más de doscientos años las principales fuentes de energía eran la fuerza de los animales, la fuerza de los hombres y el calor obtenido al quemar la madera. Con la revolución industrial, el invento de la máquina a vapor cambió drásticamente las fuentes de energía que mueven a la sociedad actual. Ahora, el desarrollo de un país está ligado a un creciente consumo de energía de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.
Las energías primarias son aquellas provistas por la naturaleza en forma directa. En nuestro país, la matriz energética primaria está basada principalmente en recursos fósiles, en el 2008 esta fuente de energía ocupaba el 91,23% del total.
En cuanto a la matriz de energía eléctrica, en la última década ha ocurrido un progresivo aumento en la participación de la generación térmica. Las centrales térmicas utilizan para su funcionamiento gas, gas oil, fuel oil y carbón, es decir, ha aumentado el uso de combustibles fósiles para la generación de electricidad, en detrimento de las fuentes hidroeléctricas.
A partir del 2002 el crecimiento económico estuvo acompañado de un gran crecimiento en la demanda de energías, ante la escasa planificación heredada de la década menemista, el gobierno nacional encaró varias medidas. Algunas positivas como la campaña nacional por el uso eficiente de la energía y el incentivo a las energías renovables, especialmente la eólica. Pero también, apremiado por la demanda, ha invertido grandes recursos en construir tres centrales térmicas, haciéndonos más dependientes de los combustibles fósiles, especialmente del gas, al mismo tiempo que las escasas reservas del mismo hacían necesario importar gas licuado.
Veamos un poco a futuro, la planificación en materia energética es fundamental, las previsiones se realizan con diez o veinte años de antelación, y modificar considerablemente la matriz es un proceso que puede llevar varias décadas.
De llevarse a cabo ciertas transformaciones que están incluídas en las cinco causas de Proyecto Sur, aumentará de forma considerable el consumo de energía. Esta consecuencia inevitablemente tendrá puntos ríspidos con las consignas de defensa del medio ambiente y preservación de los recursos naturales.
Por un lado, mejorar la calidad de vida de millones de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza traerá aparejado una mayor demanda energética de parte del sector residencial, ya que cuanto mayor es el nivel de vida, mayor es el consumo. Desde el punto de vista del consumo eléctrico, por ejemplo, no gasta lo mismo una familia clase baja, que apenas tienen unos foquitos y con suerte una heladera y un televisor, que una familia clase media que utiliza aire acondicionado, microondas, freezer, computadoras y muchos electrodomésticos más.
Por otro lado, para reconstruir las industrias de base como la ferroviaria, la aeronáutica y la naviera será necesario disponer de energía abundante y barata. Pensar en importar la energía sería atar el desarrollo industrial al mercado y a las decisiones de países exportadores de energía.
Es fundamental entonces aumentar la capacidad energética, hacer más eficiente el uso de la misma y diversificar la matriz para hacerla menos dependiente de los combustibles fósiles.
En este marco las energías alternativas surgen como una buena opción, por eso nos proponemos en esta y las próximas ediciones hacer una breve descripción de las mismas y analizar desde diferentes puntos de vista, la viabilidad de las mismas.
Biomasa
La Biomasa es una forma de energía renovable que surge a partir de los seres vivos o sus desechos. Se trata de la materia orgánica e inorgánica que se produce a partir de un proceso biológico y que puede ser aprovechada y convertida en combustible.
Son ejemplos de aplicaciones prácticas la producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar o el maíz, y la producción de biodiesel a partir de la soja.
El biodiesel sólo puede utilizarse mezclado en gasoil, actualmente, este porcentaje es del 7%. Argentina posee uno de los polos de procesamiento de soja más avanzados del mundo, estimándose para el 2011 una producción de 2,5 millones de toneladas de este combustible.
Desde el punto de vista estrictamente económico, elegir esta alternativa a los combustibles fósiles puede representar una gran oportunidad, ya que países de gran influencia como EEUU y Brasil están aumentando cada vez más su consumo. Seguramente aparecerán empresarios dispuestos a subirse al barco y sembrar más maíz y soja para exportar o incluso producir bioetanaol y biodiesel en el país para exportar.
En cambio, desde el punto de vista de las necesidades sociales y de la independencia económica del país, al precio del maíz se sumarán otras reflexiones. Se trata de un alimento directo para los pueblos pobres, e indirecto ha través de las diversas carnes, para todos los demás. Se verá entonces que el aumento brusco de precios seguramente agudiza las condiciones de pobreza u obliga a los gobiernos a subsidiar la producción de carne, restando recursos a otros destinos. Se agregará la mirada del balance energético, comprobando que la ganancia de energía al producir etanol a partir de maíz es magra, y si se transporta el etanol a grandes distancias, es seguramente negativa. Se entenderá que la tierra es un recurso finito y por lo tanto asignarla a un uso dominante, obviamente resta su disponibilidad para otros usos, perdiéndose la soberanía alimentaria.
Eólica
La Energía eólica es la energía obtenida del viento, se utiliza para producir energía eléctrica mediante dispositivos llamados aerogeneradores, que transforman la energía cinética del viento en energía eléctrica.
Es un recurso abundante, renovable y limpio, al depender sólo del viento no está atado al mercado mundial ni a las políticas de turno. En el 2009, la capacidad mundial de los generadores eólicos generó aproximadamente el 2% del consumo eléctrico mundial, mientras que en argentina la capacidad instalada es ínfima, 30 MW aproximadamente.
Como desventaja presenta un costo de inversión inicial sensiblemente superior a otras fuentes energéticas convencionales. Imposibilidad de controlar la generación para adecuarla a la demanda. Impacto ambiental, que comparado con otras alternativas es ínfimo, pero no deja de alterar el ecosistema, generando ruidos y riesgos de accidentes para las aves.
Nuestro país presenta un importante recurso eólico en la región patagónica, además de los conocimientos científico-técnicos para desarrollar esta actividad. En el 2010 tuvo lugar la adjudicación del Programa de Generación Eléctrica a partir de Energías Renovables (GENREN) donde se adjudicaron proyectos para generar 754MW de energía eólica.

Fuentes
Panel sobre energía. Matriz energética Nacional: Evolución y perspectivas. Dr Ing. Pablo Frezi.
Página de la Secretaría de Energía de la República Argentina
Entrevista a Enrique Martínez director del INTI
Costos y beneficios del uso de la energía eólica. Dr. José I. Alameda Lozada
Dr. Edwin Irizarry Mora

Germán Colotto